
Alerta roja en el comercio misionero:
Cierres, despidos y salarios que no alcanzan
Un cóctel de salarios insuficientes, caída abrupta del consumo y la reversión del flujo comercial en la frontera ha sumido al sector mercantil de Misiones en una “situación muy complicada”. Así lo describió Agustín Gómez, secretario adjunto del Centro de Empleados de Comercio (CEC), quien alertó sobre la creciente precariedad laboral y un futuro incierto para miles de trabajadores.
El principal foco de conflicto, según el dirigente gremial, radica en la brecha entre los ingresos y el costo de vida. Además explicó que, tras las últimas negociaciones paritarias, el salario inicial de un empleado de comercio se ubica en torno a los $860.000, una cifra que calificó como insuficiente frente a “alrededor de $1.500.000 que necesita una familia tipo para poder subsistir” durante todo el mes, cubriendo apenas alimentación, servicios y transporte.
A esta realidad se suma una tensión directa con el Gobierno nacional. Gómez denunció que el Ejecutivo demora deliberadamente la homologación de los acuerdos salariales pactados entre sindicatos y empresarios. “Tuvimos dos paritarias sin homologar, de abril y junio, y recién ahora se firmaron”, señaló, afirmando que esta política busca “dejar planchados los salarios” y fijar un techo a las negociaciones, en una acción que contradice el discurso de libertad económica del presidente.
“El presidente pregona la libertad en cuanto a su política de gobierno y a su plan económico, pero en este tema puntual, que es el salario, no hay libertad (…) Vemos que el gobierno quiere dejar planchados los salarios”.
Esta pérdida de poder adquisitivo impacta directamente en la actividad económica. “Las ventas están totalmente caídas”, aseguró. El panorama en el centro de Posadas, según su descripción, es desolador: locales de ropa, calzado, ferreterías y supermercados registran un movimiento mínimo. “Hablé con compañeros del Hiper Libertad y me decían que no entra gente”, ejemplificó.
La crisis se ve agravada por dos factores clave en la región. Primero, la dinámica fronteriza cambió drásticamente: mientras que hasta 2023 consumidores de Paraguay y Brasil cruzaban a comprar en Posadas, ahora son los argentinos quienes viajan a los países vecinos para gastar, atraídos por un tipo de cambio más favorable. Segundo, la desregulación de importaciones ha golpeado a rubros como la venta de electrodomésticos y textiles.
Este escenario ya tiene consecuencias concretas en el empleo. Gómez mencionó el cierre de las 26 sucursales de la cadena de electrodomésticos Start en todo el país (en Posadas estaban en el Hipermercado Libertad, en el paseo del Hiper) , que en Posadas dejó a diez familias sin trabajo y a un total de 200 a nivel nacional. Los trabajadores, informó, fueron notificados por correo electrónico y aún esperan el pago de su liquidación final. Mencionó además los problemas que atraviesan otras firmas como Musimundo y la reconversión de modelos de negocio, como en Ribeiro, donde se opta por personal que trabaja a porcentaje y sin relación de dependencia.
Para sobrevivir, algunas empresas misioneras han comenzado a recurrir al procedimiento preventivo de crisis, una herramienta legal que les permite solicitar la suspensión de personal o el pago de la mitad del salario. Según el gremialista, ya existen casos en rubros como frigoríficos, ferreterías y librerías.
Consultado sobre el futuro, el panorama que trazó Gómez es sombrío. “No vemos una luz al final del túnel”, sentenció. Criticó que el rumbo económico del Gobierno nacional, centrado en el déficit fiscal, no contempla la realidad de los trabajadores. “Está bien tener cuentas ordenadas, pero la gente no come con eso”, concluyó, anticipando que no se esperan mejoras en los próximos meses.