La empresa Granja Tres Arroyos, de las mayores avícolas del país profundiza su crisis productiva y laboral tras desmantelar por completo la planta Becar, ubicada en Concepción del Uruguay, Entre Ríos. La medida se concretó en diciembre, impacta de lleno en el empleo regional y se da en un contexto de salarios pagados en cuotas, retiros voluntarios cuestionados y crecientes conflictos gremiales.
Becar fue una de las instalaciones más importantes del grupo. En su pico de actividad llegó a emplear a más de 500 personas. Hoy, la planta está totalmente cerrada y sin señales de reapertura. Según delegados, la empresa retiró máquinas, herramientas y equipamiento, lo que confirma el desmantelamiento total y elimina cualquier expectativa de continuidad.
El malestar interno crece. La compañía acumula seis meses de pagos salariales fragmentados. La última quincena se abonó en cuatro cuotas. Los trabajadores advierten que la situación los deja al borde de nuevas medidas de fuerza. “La luz no se paga en cuotas, la comida tampoco”, remarcaron representantes sindicales.
En los últimos meses, cerca de 270 operarios dejaron de trabajar para la firma. Muchos optaron por retiros voluntarios, aunque denuncian que las indemnizaciones ofrecidas no cubren los montos completos. La mayoría destinó esos ingresos a pequeños emprendimientos propios, como despensas, kioscos o servicios de remis.
Paro y tensión en otra planta clave
La crisis no se limita a Becar. La semana pasada, la planta La China, considerada la principal de la avícola en la zona, paralizó su actividad por reclamos salariales. Los empleados exigieron el pago de una quincena adeudada, equivalente al 25% del sueldo.
La medida de fuerza se levantó tras algunos pagos, pero dejó en evidencia el nivel de tensión interna. La planta cuenta con más de 600 empleados y hoy opera al 50% de su capacidad, pese a poder faenar hasta 220.000 pollos diarios. Informes recientes, como los publicados por iProfesional, advierten sobre la incertidumbre laboral en ese establecimiento.
Exportaciones en caída y negocio en rojo
Las causas de la crisis se remontan a 2023. Granja Tres Arroyos comenzó a operar en rojo tras perder el mercado chino por los brotes de gripe aviar. La caída implicó un golpe estimado en 160 millones de dólares. Desde entonces, el volumen de exportaciones se redujo entre un 25% y un 33%, afectando la estructura productiva y comercial.
Ese escenario derivó en cierres previos, como el de instalaciones en Tristán Suárez, provincia de Buenos Aires, que la empresa había adquirido a su excompetidora Cresta Roja.
¿Venta a una multinacional?
En el sector avícola persisten versiones sobre una posible venta de las operaciones a Tyson Foods, aunque en las últimas semanas las negociaciones parecen haberse enfriado. La firma estadounidense controla desde 2022 el 34% de las acciones de Granja Tres Arroyos y mantiene una relación histórica con la empresa argentina a través de la genética avícola Cobb.
Mientras tanto, el desmantelamiento de plantas, la reducción del personal y los conflictos salariales siguen marcando el presente de la mayor avícola del país, con un futuro que aún aparece cargado de incertidumbre.
