La pequeña y tranquila localidad de 25 de Mayo, Misiones, vivió esta semana una serie de eventos tan extraños que hasta los vecinos más veteranos no podían creer lo que veían. Porque, ¿quién podría imaginar un cacerolazo frente a la estación de bomberos, una persecución policial digna de Hollywood y un ñandú paseándose por el centro del pueblo, todo en apenas tres días?

Todo empezó el Domingo...

La jornada dominical, que coincidió con el Día de la Madre, no fue de flores y abrazos para todos. A las 20:00 horas, mientras algunos brindaban con mates y tortas fritas, en la sede de los Bomberos Voluntarios se llevaba a cabo una asamblea bastante "calentita". ¿El motivo? Un balance económico que mostraba una pérdida de 37 millones de pesos. Sí, leyeron bien, 37 millones. Como era de esperarse, las cifras no cayeron bien en una parte de la comunidad y, sin pensarlo dos veces, los vecinos se agruparon frente al cuartel para un clásico cacerolazo. ¿Protestas en 25 de Mayo? ¡Eso no pasa todos los días! El ruido retumbaba en las calles mientras los manifestantes dejaban en claro su descontento con la gestión. Y claro, en un pueblo donde uno se entera de todo, no faltó quien aprovechara para grabar la escena con el celular en mano.

Del cacerolazo a la persecución policial...

El lunes, como para no perder el hilo, 25 de Mayo se convirtió en el escenario de una persecución que bien podría haber sido parte de una serie de Netflix. Todo comenzó cuando la policía intentó detener a un supuesto traficante, pero el hombre decidió que era mejor irse a toda velocidad por las calles del pueblo. Resultado: una persecución que terminó con el patrullero incrustado en un poste de luz y el traficante impactando, no menos espectacularmente, contra un pino. Afortunadamente, ninguno de los árboles presentó cargos.

Y por si fuera poco... ¡el ñandú del martes!

Como si los primeros dos días no hubieran sido lo suficientemente surrealistas, el martes al mediodía los vecinos del centro de 25 de Mayo se toparon con la postal más insólita de todas: un ñandú recorriendo tranquilamente las calles. Sí, un ñandú, como los que uno espera ver en plena pampa, no en medio de un pueblo. El ave, ajena a todo el caos que había dejado la persecución del día anterior, se paseó por las veredas como si fuera lo más normal del mundo. Entre risas y fotos, la gente no pudo evitar bromear: "¡Ya no sabemos si vivimos en 25 de Mayo o en un documental de National Geographic!"

En fin, lo que parecía ser una semana tranquila en 25 de Mayo se convirtió en un carrusel de situaciones insólitas. Tal vez sea la primavera, o tal vez simplemente las cosas más inesperadas están destinadas a suceder cuando menos las esperamos. ¿Qué será lo próximo? ¿Un desfile de llamas por la plaza? En este pueblo, ya nada parece imposible.

Fuente: FM SOL