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El Gobierno nacional espera que la inflación supere el 2% en diciembre

Estima que volverá a bajar a partir de enero

El Gobierno nacional espera que la inflación supere el 2% en diciembre

Estima que volverá a bajar a partir de enero

Tras admitir que diciembre cerrará con una inflación por encima de los dos puntos, la Casa Rosada concentra su capital político en el arranque de 2026. Entre un nuevo esquema cambiario y el blindaje fiscal por decreto, el Ejecutivo busca que la desinflación recupere el ritmo perdido en el segundo semestre.

El Poder Ejecutivo proyecta que la inflación de diciembre superará el 2%. El escenario base prevé una desaceleración en enero que perfore dicho umbral. La meta consiste en alinear el Índice de Precios al Consumidor con el ritmo de devaluación mensual. Lograr esta convergencia permitiría fijar expectativas y consolidar el ancla monetaria del programa vigente.

Para administrar este tránsito, el Banco Central movió sus piezas. A partir de enero, la banda de flotación del dólar entrará en una dinámica de espejo con el INDEC: se ajustará según el último dato de inflación publicado, pero con un rezago de dos meses.

El objetivo es claro: neutralizar la volatilidad cambiaria sin sacrificar el ancla monetaria que permitió  bajar la interanual al 31,4%.

Este esquema se complementa con una hoja de ruta ambiciosa en las reservas: el Gobierno nacional proyecta una acumulación de hasta US$17.000 millones, apalancada en una remonetización de la economía que busca sacar los dólares del colchón al circuito productivo.

Basándose en estudios sobre los rezagos de la política monetaria, el mandatario sopstuvo hace días que la inflación “arrancará con cero” a mitad del próximo año. Bajo esta premisa, el Presupuesto 2026 —con un dólar de referencia a $1423— no es solo un conjunto de números, sino un escenario de referencia para un país que busca normalizar sus precios relativos.

Ante la caída de capítulos clave del Presupuesto en el Congreso, la estrategia oficial se desplaza hacia la gestión administrativa. El ancla fiscal, piedra angular del programa, se mantendrá firme a través de decretos mensuales de reasignación de partidas. Para la Casa Rosada, el equilibrio financiero no es negociable, incluso si eso implica gestionar la escasez mientras se tramitan reformas de fondo como la laboral y la tributaria.