El hecho habría ocurrido en un episodio de violencia familiar, en el cual la víctima, identificado como Marcos de Oliveira (43), agredió físicamente a su pareja y dos hijos. Justamente, su hijo de 14 años fue quien le disparó en la cabeza cuando el hombre se encontraba sentado en la galería de su casa

Un episodio de violencia familiar terminó en un impactante homicidio en la noche de ayer en una vivienda ubicada en Picada El Progreso del kilómetro 17, de la localidad de El Soberbio. La víctima de homicidio es un hombre de 43 años, quien murió por un disparo de arma de fuego en la cabeza, ejecutado por su propio hijo de 14 años. Éste último se dio a la fuga luego del disparo y fue finalmente demorado en la madrugada de hoy.

Mediante fuentes policiales, El Territorio pudo reconstruir que el asesinato fue registrado cerca de las 20:00 de ayer en un domicilio de la citada localidad, donde yacía Marco De Olivera (43) sin vida.
Según las primeras averiguaciones el crimen tuvo lugar en un escenario de violencia familiar, ya que De Olivera momentos antes había agredido físicamente a su pareja, Elba A.S., y a sus hijos Maira (15) y Marcos Alex (14).

Justamente, el adolescente de 14 años fue el que disparó a su padre, aprovechando que éste se sentó en una silla que había en la galería de la casa. Aún no se sabe de dónde el menor sacó el arma de fuego, pero los primeros testimonios apuntan a que Marcos vió que su progenitor estaba sentado y decidió efectuarle un disparo preciso con una escopeta -presumiblemente de calibre 12- que impactó en la parte trasera de la cabeza.

Luego del disparo, el menor se dio a la fuga hacia una zona de montes, dejando el arma en la escena del crimen. Por ello, la Policía implementó operativo de búsqueda del menor, con la colaboración de todas las dependencias policiales con asiento en la localidad de El Soberbio.

En tanto, pasadas las 5 de hoy y tras una intensa búsqueda, el menor fue ubicado en una zona de monte lindante al lugar del hecho, siendo demorado y puesto a disposición de la justicia. Trabaja personal de Criminalística de la UR VIII de San Vicente, el médico policial de turno. Interviene el Juzgado Correccional y de Menores de Oberá.

Fuente: #ElTerritorio