
La superficie forestal de Argentina «crece»
...Pero la inversión se estanca
BUENOS AIRES - Según un reporte de prensa difundido por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, la superficie de plantaciones forestales en Argentina alcanzó las 1.326.478 hectáreas a mayo de 2025.
El reporte, dependiente del Ministerio de Economía, destaca un «crecimiento» de más de 48.759 hectáreas desde 2023 al 2025, concentrado principalmente en las provincias de la Mesopotamia y en las especies de pino y eucalipto.
Desde el organismo nacional, este incremento es visto como una «demostración del potencial de la actividad forestoindustrial argentina como motor de desarrollo regional y la apuesta en el largo plazo al crecimiento».
Se subraya que la madera extraída tiene múltiples destinos, desde madera aserrada y celulosa hasta la producción de energía, lo que «contribuye significativamente a la generación de valor agregado, empleo y desarrollo de economías locales».
Estancamiento y desafíos en la inversión
A pesar del incremento en superficie informado por Agricultura, el dato oficial del inventario nacional ratifica el estancamiento en las inversiones forestales en el país en los últimos tres años. La prorrogada Ley 25.080 de Inversiones para Bosques Cultivados, que debería ser el principal motor de crecimiento, se encuentra debilitada por la falta de financiamiento para promocionar y ejecutar el pago de los planes forestales por superficies logradas.
Este retraso en la aplicación de beneficios ha llevado al alejamiento de pequeños productores, según expresaron en reiteradas oportunidades, productores y profesionales del sector.
Además, los bajos precios que el mercado industrial paga por la materia prima desincentivan la inversión en el sector primario.
Las principales provincias forestales, Corrientes, Misiones, Entre Ríos y Buenos Aires, concentran el 85,2% de la superficie implantada. El resto se distribuye en 19 provincias, con Neuquén, Chubut, Córdoba y Río Negro a la cabeza de este porcentaje minoritario.
Contar con estadísticas forestales actualizadas y verificadas es esencial para orientar la política sectorial y fortalecer las cadenas de valor. Además, son clave para cumplir con los estándares de trazabilidad y sostenibilidad que exigen los mercados internacionales.