
Las colas del hambre en Milán
El autobús 90 se detiene en la esquina de la Vía Toscana de Milán cuando todavía no son las ocho de la mañana, y un grupo de personas baja con prisa. Es sábado, día d...
El autobús 90 se detiene en la esquina de la Vía Toscana de Milán cuando todavía no son las ocho de la mañana, y un grupo de personas baja con prisa. Es sábado, día de mayor afluencia para la distribución del pan y otros alimentos, y nadie quiere perder su turno. Pero la cola es ya larga delante del banco alimentario Pane Quotidiano, y no para de crecer. Lleva meses así. Los automovilistas paran y la observan, porque la instantánea sorprende también por unos lujosos edificios de estética futurista que hacen de fondo a la escena.