
Los asaltos a bancos devuelven el poder al pueblo libanés
Cuando los recursos se agotan, la sociedad libanesa pone el cuerpo. Lo hace sin demasiada violencia. Sabe que aquello que exige le pertenece. Entran en sus bancos con toda s...
Cuando los recursos se agotan, la sociedad libanesa pone el cuerpo. Lo hace sin demasiada violencia. Sabe que aquello que exige le pertenece. Entran en sus bancos con toda su presencia y piden, por enésima vez, poder retirar sus ahorros de sus agonizantes cuentas corrientes. Lo han hecho en decenas de ocasiones pero esta es distinta. Traen un arma, rocían la sucursal con gasolina y, entonces, los empleados sacan un dinero que ayer, cuando se lo reclamaban con las manos vacías, parecía no existir. Salen con maletines llenos de billetes mientras, fuera, el pueblo celebra su nuevo Robin Hood. En el Líbano, la desesperación les fuerza a tomarse la justicia por su mano, y la última batalla se libra en las sucursales bancarias.Sally Hafez entró en las oficinas del banco Blom en Beirut con una pistola de juguete hace un par de semanas. Esta conocida activista, una diseñadora de interiores de 28 años, exigía los miles de dólares que estaban en la cuenta corriente de su hermana y que necesitaba para pagar su tratamiento de cáncer. Logró salir del banco con 13.000 dólares y convertida en un icono. A su lado, estaba Rami Ollaik, su abogado. Cuando un depositante se está muriendo a las puertas del hospital mientras el banco se queda con su dinero y los banqueros se lo gastan en aviones privados, eso no está bien, explica Ollaik a este diario, consideramos legítimo que reclamen sus ahorros por la fuerza.