
Luciana Salazar “No sé cómo pagar el alquiler”
Expuso su angustia en medio del conflicto judicial con Martín Redrado
La disputa legal entre Luciana Salazar y Martín Redrado volvió a ocupar el centro de la escena mediática tras las recientes declaraciones de la modelo y conductora. Con un tono cargado de preocupación y angustia, la artista compartió un descargo en el que reveló la difícil situación que atraviesa junto a su hija Matilda, debido a la falta de cumplimiento en los acuerdos económicos previamente establecidos con su expareja.
La mediática hizo llegar un escrito al juez de la causa en el que pidió que se aceleren los tiempos de la Justicia, ya que, según remarcó, cada mes que pasa sin avances significa un perjuicio directo para su hija. Con un mensaje firme, pero también emocional, dejó en claro que ya no sabe cómo enfrentar los gastos básicos que había asumido Redrado en el convenio inicial.
“Me dirijo a usted con profundo respeto, pero también con la angustia y la preocupación propias de una madre que espera la respuesta de la Justicia para proteger los derechos de Matilda. He sostenido con entereza cada instancia judicial, pero esa esperanza se empieza a desdibujar por la demora del proceso”, expresó Salazar, en un documento que rápidamente trascendió en los medios.
La artista aseguró que el expediente por alimentos se encuentra paralizado desde hace más de un año, lo que incrementa su sensación de impotencia. Según explicó, esta falta de movimiento judicial responde a una causa penal que, a su entender, carece de fundamentos: “Hace más de un año que el caso está detenido por una denuncia que no tiene sustento. No hay delito, fue un acuerdo entre adultos, y me resulta incomprensible que se transforme en una persecución penal”.
La modelo también apuntó contra la estrategia de la otra parte, ya que sostuvo que tanto Redrado como su abogado tuvieron oportunidades para manifestar cualquier reclamo dentro del expediente y no lo hicieron. “En su momento solo presentaron una propuesta insuficiente. Mientras tanto, cada mes sin decisión es un mes en el que el derecho alimentario de mi hija queda suspendido por razones que no tienen sentido común ni responden a la urgencia de un menor”, recalcó.
Con tono más personal, Salazar detalló el impacto que esta situación tiene en su día a día. Señaló que los gastos principales, como el alquiler y la educación de Matilda, eran obligaciones que Redrado había asumido y cumplido durante un tiempo, pero que un día decidió interrumpir. “Hoy no sé cómo pagar el alquiler y el colegio, que son gastos esenciales acordados previamente. Durante un tiempo los cumplió, pero eligió dejar de hacerlo como una manera de castigarme a mí, a la mamá de Matilda”, remarcó con dureza.
La exposición pública de esta intimidad familiar generó un fuerte eco en el ámbito mediático, ya que el conflicto entre Salazar y Redrado lleva años y nunca dejó de tener repercusión. La exvedette, que siempre se mostró combativa en defensa de los derechos de su hija, dejó claro que no está dispuesta a claudicar: “Seguiré peleando por lo que corresponde a Matilda. No es un capricho ni una comodidad, se trata de cubrir las necesidades básicas de mi hija”.