
Maduro fortalece su alianza con el movimiento evangélico en un año político crucial
"Santo, santo, eres poderoso rey". El pastor queda capturado por sus propias alabanzas. La emoción le desborda y pide a los músicos que le acompañan, con el trompetista a...
"Santo, santo, eres poderoso rey". El pastor queda capturado por sus propias alabanzas. La emoción le desborda y pide a los músicos que le acompañan, con el trompetista al frente, que ganen protagonismo. "Venezuela te adora, señor, todos con la mano arriba", expresa, ya repuesto. Y Nicolás Maduro, el presidente del país, se pliega a la sugerencia. "Gracias por venir a celebrar con este poderoso movimiento", le dice luego el pastor Enrique Villalba. "Qué bendición estrechar su mano". Maduro acerca la suya y recibe otra muestra de agradecimiento. "Cada vez que un gobernante presta oídos a tus palabras, señor, tú extendiste tu mano y trajiste bendición a esta nación". La "bendición" sería también el propio presidente, decidido en este año crucial a fortalecer su alianza con las iglesias evangélicas, que representan a casi un 20% de los creyentes del país, tres veces más que en los tiempos en que gobernaba Hugo Chávez.