
Misiones suma 83 intentos de femicidio este año
Se ubica por encima de los 12 registrados el año pasado.
Misiones sumó un nuevo femicidio y alcanzó los catorce casos en lo que va del año, superando ya el total registrado durante todo 2024 (12). Además, según el Observatorio de Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá), sólo el mes de octubre de 2025 cerró con doce intentos de femicidio y en lo que va de este año se contabilizan 83 intentos y tres muertes en investigación.
El panorama ubica a Misiones entre las provincias con mayor tasa de femicidios en relación con su población -cuarto lugar-, incluso por encima de distritos más grandes como Córdoba. Para la coordinadora provincial de Mumalá, Carla Talavera, la situación refleja una crisis profunda en el abordaje de la violencia de género.
Desde Mumalá refieren que el cierre del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, así como el desfinanciamiento de programas claves como el ‘Acompañar’, dejó a las víctimas con menos herramientas para salir de situaciones de violencia.
“El retiro total del Estado nacional hace que la violencia de género avance. Hoy la población se ha quedado sin herramientas”, explicó Talavera. “Sin esos programas se vuelve casi imposible acompañar a una víctima desde el momento en que denuncia hasta que logra salir del círculo de violencia”.
Además, señaló que la línea nacional 144 y la línea provincial 137 están desbordadas, con falta de personal y capacitación insuficiente para responder a la magnitud de los casos.
“Cada caso de violencia necesita un acompañamiento distinto. Pero no hay suficiente personal profesional ni presupuesto para hacerlo. Muchas mujeres terminan volviendo con sus agresores, y cuando eso pasa, la violencia recrudece”, alertó.
Catorce femicidios
Según el relevamiento del observatorio de Mumalá, de los 14 femicidios registrados en Misiones en lo que va de 2025, diez fueron femicidios directos y cuatro fueron vinculados.
Los femicidios directos son aquellos en los que el agresor mata a una mujer por su condición de tal -por razones de género-, mientras que los femicidios vinculados se refieren a los asesinatos de personas (hijos, hijas, familiares, allegados) que buscan castigar o dañar emocionalmente a la víctima principal.
Talavera subrayó que ambos tipos de crímenes responden al mismo entramado de violencia machista estructural.
“Cuando hablamos de femicidios vinculados, también hablamos de víctimas de la violencia patriarcal. Son asesinatos que se cometen para ejercer control o venganza sobre las mujeres”, explicó.
La referente añadió que Misiones cerró el año pasado con 12 femicidios en total, por lo que la provincia ya superó esa cifra antes de llegar a la mitad de noviembre.
“Estamos a cuatro días del inicio del mes y ya tenemos más casos que todo el año pasado. Eso nos indica que estamos en una situación de alerta”, señaló.
Femicidios que se podrían evitar
Uno de los casos más recientes, ocurrido el último fin de semana, involucra a una trabajadora de la Comisaría de la Mujer asesinada por su pareja, un efectivo policial. Talavera destacó que el hecho expone la falla de los protocolos de protección: “Esta mujer conocía las herramientas, pero aun así estaba completamente vulnerable. Si una víctima que trabaja en una comisaría no logra ser protegida, ¿qué queda para el resto?”, cuestionó.
Según la referente, cuando el agresor pertenece a una fuerza de seguridad, la responsabilidad estatal es aún mayor: “Son personas que manejan armas y muchas veces usan el uniforme como escudo. Les informan desde adentro, no les toman la denuncia o las amenazan con el poder que tienen como autoridad. Falta control y seguimiento en estos casos”, subrayó.
Para Mumalá, los discursos oficiales que desestiman la existencia de la violencia machista generan un clima de permisividad social.
“Negar la violencia o decir que las mujeres somos exageradas habilita a los femicidas. Por eso insistimos en seguir informando, en no naturalizar y en acompañar a las víctimas”, dijo Talavera.
La organización sostiene que los intentos de femicidio son un indicador clave para actuar de manera preventiva, pero los protocolos de intervención no se están aplicando de forma efectiva.
“Cuando hablamos de intentos, hablamos de personas en riesgo. El Estado podría evitar que esos casos se conviertan en femicidios, pero no lo está haciendo”, lamentó.
Un problema estructural
Mumalá insiste en que la violencia de género debe abordarse de manera integral y comunitaria: “No hay que minimizar los signos de violencia. Si una mujer no puede trabajar, si no tiene acceso a su dinero, si se la controla o se la culpabiliza, eso también es violencia. Tenemos que prestar oído, involucrarnos y acompañar sin juzgar”, expresó Talavera.
La referente recordó que cualquier persona puede denunciar una situación de violencia, incluso de forma anónima: “Podemos involucrarnos sin ponernos en riesgo, pero hacerle saber a esa persona que no está sola. Eso puede salvar una vida”, afirmó.