
La morosidad de los préstamos bancarios a personas físicas alcanzó el 10,1% en septiembre de 2025, el nivel más alto de los últimos diez años. Este aumento refleja las dificultades financieras de familias y consumidores, ya que se consideran morosos los créditos con atrasos mayores a 30 días. En contraste, los préstamos a empresas mostraron una mejor situación, con una mora del 5,6%, lo que llevó la morosidad total del crédito al sector privado al 7%.
Según un informe de la consultora CML&A, la mora en créditos a individuos viene creciendo de manera sostenida desde 2016, cuando era del 2,8%. El deterioro actual coincide con una fuerte expansión del crédito: aunque en noviembre hubo una leve caída mensual, los préstamos crecieron 35% interanual, duplicando la relación crédito/PBI respecto de comienzos de 2024. Aun así, Argentina sigue muy por debajo del promedio regional.
El informe muestra importantes diferencias regionales. El Gran Buenos Aires es la zona más afectada en créditos a personas, con una mora del 14%, mientras que provincias como Formosa presentan niveles extremadamente altos (27,2%). En cambio, distritos como Mendoza, Neuquén y Río Negro combinan baja morosidad con crecimiento del crédito. En préstamos comerciales, la mora es menor, aunque Formosa, La Rioja y La Pampa encabezan los incumplimientos.
Por sectores, la construcción es la actividad con mayores problemas de pago, mientras que el sector primario y los servicios públicos mantienen bajos niveles de mora. Finalmente, el informe destaca diferencias entre entidades financieras: los bancos extranjeros muestran la mejor calidad de cartera, los privados nacionales la peor, y los bancos públicos registran la menor morosidad en créditos a individuos.