Ramas de olivo calcinadas y fusiles para sobrevivir: el legado de Arafat en una Palestina huérfana de líderes
Frente al fórum mundial de la Asamblea General de Naciones Unidas, hace ahora 50 años, Yasir Arafat repitió varias veces su mensaje. Vengo con el fusil...
Frente al fórum mundial de la Asamblea General de Naciones Unidas, hace ahora 50 años, Yasir Arafat repitió varias veces su mensaje. Vengo con el fusil del combatiente de la libertad en una mano y la rama de olivo en la otra, dijo en árabe clásico el 13 de noviembre de 1974. No dejen que la rama de olivo caiga de mi mano, advirtió desde el estrado. Repito: no dejen que la rama de olivo caiga de mi mano, insistió. Más de medio siglo después de su primer discurso en la ONU, los colonos israelís han quemado los olivos y las aceitunas se pudren rodeadas por muros tecnologizados que impiden a los agricultores palestinos recolectarlas. Los nietos y bisnietos de Arafat en toda Palestina empuñan fusiles sin reclamos de libertad, casi que por pura resistencia.
