Relatos de Nuestra Gente: Don Alberto, y Doña Nelcira
Carlitos Gonzales con Crónica de un viernes
La mañana del viernes 22 de noviembre encontró a la ciudad cubierta con tonos grises y los lógicos ruidos de un día previo al fin de semana.
Autos, motos, peatones que se entremezclan para continuar, cada uno, con su derrotero.
La Plaza de los Inmigrantes se llenó de bullicio, con el arribo de los estudiantes de la Escuela de Comercio nro 11, quienes estaban prestos para el último ensayo de lo que, a la noche, se convertirá en la Fiesta Anual de la Educación Física.
Una mirada alrededor para ver a una pareja de "viejitos" que comenzaban con el ritual del Mate.
Entonces, la caminata me lleva a acercarme a don Alberto Camuzzi y su esposa Nelcira, quienes con sus 87 y 78 años charlaban muy animados.
_Sí, dice Alberto; vine a hacerme estudios médicos (hay que cuidar la máquina, agrega con una sonrisa), almorzamos en casa de unos amigos y nos volvemos a nuestra casa.
_Quedó vacío el nido, reflexionan quienes ya celebraron 58 años de casados.
_Regresamos a nuestra "Torta Quemada", paraje que los recibió hace 47 años; tenemos tareas pendientes, comentan, porque en la chacra siempre hay algo para hacer, pronuncian al mismo tiempo; y el brillo de sus ojos deja a las claras cuánto han luchado para brindarse a sus hijos y familias.
Un abrazo, con promesas de reencuentros, para un mate, tejer historias de antes y de ahora, sueños, proyectos y continuar el camino.
Don Alberto, doña Nelcira, los queridos "viejitos" siguieron conversando, tomando mates, con miradas cómplices y el alma generosa, en paz.
La mañana del viernes 22 de noviembre, permitió que el sol asomara y nos hizo bien.