A partir del 1 de abril, llega un nuevo aumento significativo en los precios de los combustibles, debido a ajustes de impuestos, fluctuaciones en los mercados internacionales y políticas económicas nacionales.

 

La actualización del impuesto a los combustibles, que fue descongelado desde febrero, ya suma un aumento del 34,8% en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), lo que representa un aumento acumulado del 376,61% desde el inicio del año.

Se prevé un aumento nominal en los impuestos a las naftas de $29,96 y 20,39 en el gasoil en todo el país.

Este incremento, el cuarto en lo que va del año, acumulará al menos un 50% en el precio de la nafta súper en los primeros 95 días de 2024. A pesar de esta tendencia alcista, los precios de los combustibles habían comenzado a desacelerarse respecto a la inflación desde febrero, tras una recomposición súbita después de las elecciones de noviembre.

Según estimaciones de YPF, los precios del combustible están atrasado en un 8% y un 10% en promedio a principios de marzo. Pese a esta brecha, la caída del poder adquisitivo de los conductores argentinos hizo que las ventas de combustibles a nivel nacional cayeran un 16% entre diciembre y febrero.

Se espera un aumento adicional de al menos 4% en abril, debido a aumentos de impuestos y ajustes realizados por las petroleras para compensar la caída mensual del valor del peso frente al dólar, que tendría un desfase del 2% con los precios actuales.