Sólo el 1 de cada 10 docentes universitarios se dedica en forma exclusiva a la enseñanza universitaria en la gestión pública
De 213.658 cargos docentes universitarios, solo el 10% (21.931) corresponde a dedicaciones exclusivas
Según los datos oficiales del Anuario Estadístico 2022, de los 213.658 cargos docentes universitarios, solo el 10% (21.931) corresponde a dedicaciones exclusivas, mientras que casi el 70% es de dedicación simple. Esto significa que solo uno de cada 10 docentes se dedica de manera exclusiva a su labor en la universidad, mientras que siete de cada 10 lo hacen en cargos con menor carga horaria. Este panorama expone la complejidad de un sistema en el que la mayoría de los docentes universitarios no pueden concentrarse plenamente en sus tareas académicas, debido a la falta de incentivos que promuevan una mayor dedicación y estabilidad, lo que los lleva a tener que buscar otros ámbitos para poder sustentarse económicamente.
Luego de conseguir la actualización de los gastos de funcionamiento tras la masiva marcha federal de abril, el foco del conflicto universitario se desplazó hacia un pedido de recomposición salarial. Los sueldos de docentes, investigadores, directivos y personal administrativo no docente representan la mayor parte del presupuesto universitario, un 85%, mientras que los gastos operativos apenas un 10%. En este escenario, el reclamo por mejores condiciones laborales y salariales no proviene solo de los gremios, sino que también cuenta con el apoyo de actores clave del sistema, como los rectores agrupados en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
Rubén Stasuk, secretario general de la Asociación de Docentes Universitarios de Misiones (Adunam), ofreció una visión detallada sobre el sistema universitario argentino, subrayando la precariedad en la que se encuentran miles de docentes. Según explicó, en diálogo con El Territorio, la estructura laboral dentro de las universidades se ha mantenido prácticamente igual durante décadas. La mayoría de los profesores comienza su carrera con dedicaciones simples, en cargos de ayudante de primera, para luego ascender a jefe de trabajos prácticos (JTP) y, eventualmente, a cargos más altos como adjunto, asociado o titular, el escalón más alto en la carrera docente.
Asimismo, existen tres categorías de vinculación en la universidad: los profesores pueden comenzar como internos, y luego, mediante concursos, alcanzar la categoría de profesores regulares, que les otorga estabilidad académica. Antes, estos cargos debían concursarse cada siete años, pero los gremios promovieron cambios para garantizar mayor estabilidad. Actualmente, los docentes son evaluados cada cuatro años por tribunales que revisan su planificación cuatrianual de actividades académicas, investigación y extensión. Si estas evaluaciones son positivas, el docente mantiene su estabilidad en la carrera universitaria. Con el tiempo, pueden aspirar a una dedicación mayor, como la semi exclusiva o exclusiva.
Sin embargo, Stasuk señaló que las oportunidades para alcanzar la máxima categoría de dedicación exclusiva son limitadas y pueden tardar hasta 25 años. "Hay un 70% de docentes con dedicaciones simples, un 17% con dedicaciones semi exclusivas y solo un 10% con dedicación exclusiva", precisó, añadiendo que este esquema impide a muchos docentes desarrollar plenamente sus capacidades académicas. “El problema es que un docente con formación de posgrado y una dedicación simple no puede resolver su sustento económico y se ve obligado a trabajar en otros ámbitos, afectando su potencial en la universidad”, dijo.
“Las dedicaciones exclusivas tienen que afianzar a los que ya están en la facultad, sin menoscabar ni desatender la necesaria incorporación de recursos nuevos. Tiene que haber un equilibrio entre los recursos de la facultad, la promoción de profesores dedicados exclusivamente y los nuevos recursos que se están formando”, remarcó.
A su vez, hizo hincapié en una problemática frecuente dentro de las universidades: la subrogación no remunerada, en la cual docentes adjuntos o asociados deben asumir las responsabilidades de un profesor titular sin recibir el salario correspondiente. "Es un problema que debería resolverse, ya que los docentes en estas situaciones están asumiendo funciones que exceden su cargo, sin que esto se vea reflejado en sus salarios", expresó. En este sentido, cuestionó la falta de políticas claras para promover las dedicaciones exclusivas y mejorar las condiciones laborales de los docentes ya formados.
De acuerdo con el secretario general de Adunam, “hay universidades en el país que tienen una mayor cantidad de dedicaciones exclusivas, lo que les permite a los docentes un mayor vínculo con la institución y un desarrollo académico pleno”. Para él, es necesario un equilibrio entre la promoción de docentes con dedicación exclusiva y la incorporación de nuevos profesionales, evitando así el “ensanchamiento de la pirámide de dedicaciones”, que genera más gastos y sobrecarga los recursos universitarios. “En muchos de estos aspectos dependemos de programas especiales para regularizar la situación de docentes y modificar su dedicación a la universidad, pero igualmente cada universidad puede generar políticas hacia el interior para ensanchar la cantidad de exclusivos o semis y establecer un equilibrio mayor porcentualmente hablando en cuanto a cantidad de dedicaciones”, reflexionó.
“Tenemos garantizado que con dos evaluaciones positivas, por el mecanismo de convenio colectivo y carrera docente, puedas promocionar de ser ayudante de primera a JTP, y de adjunto a asociado, pero es un mecanismo que se está aplicando en los últimos años y que no resuelve el problema de las cátedras que son unipersonales, que tienen poca estructura y obligan a quien tiene una función adjunta o asociada a cumplir con la función titular”, ahondó.
Reclamos gremiales y falta de diálogo
En cuanto al aspecto sanitario, la situación no es menos alarmante. Stasuk indicó que la obra social que cubre a los docentes universitarios en Misiones está al borde del colapso debido a la pérdida de poder adquisitivo. "Los egresos, medidos en dólares para cubrir medicamentos y atención médica, aumentan constantemente, mientras que los ingresos, ajustados a salarios bajos, no son suficientes", subrayó. Esta situación agrava aún más la precarización de los docentes, quienes no solo enfrentan salarios insuficientes, sino también un sistema de salud que no puede cubrir sus necesidades.
El panorama salarial de los docentes universitarios es crítico, especialmente cuando se compara con otros niveles del sistema educativo y con los trabajadores estatales en general. “En las últimas décadas, hubo una equivalencia entre el salario básico de un maestro de grado de nivel primario, sin importar la jurisdicción porque antes se establecía un piso básico para todo el país, y las 12 horas cátedras de nivel terciario, 21 horas cátedras del nivel secundario y un ayudante de primera semi exclusiva de la universidad. Hoy un ayudante de primera con dedicación semiexclusiva gana alrededor de $340.000, mientras que un maestro de grado está en los $500.000. Si comparamos con el conjunto de otros trabajadores estatales, vemos que también hay una diferencia porcentual”, explicó el gremialista.
En los últimos meses, los gremios universitarios han rechazado las propuestas salariales del Gobierno nacional, considerándolas insuficientes para compensar la inflación. "El Gobierno ha emitido decretos con aumentos del 3% para septiembre y del 2% para octubre y, con eso, nos están diciendo que recién en noviembre podría haber una nueva convocatoria", afirmó, evidenciando la falta de diálogo y voluntad política para resolver el conflicto.
A pesar de las dificultades, Adunam mantiene su postura de seguir luchando por una universidad pública y gratuita que garantice no solo el acceso, sino también la permanencia y el egreso de los estudiantes. "Nosotros decimos no al desguazamiento de las cátedras", enfatizó Stasuk, resaltando la necesidad de políticas claras y sostenibles que permitan mejorar las condiciones laborales de los docentes, dado que el deterioro de las condiciones laborales de los docentes no es solo una cuestión salarial, sino que afecta directamente a la calidad de la educación que reciben los estudiantes y al futuro del modelo universitario argentino, que ha sido un ejemplo a nivel mundial por su gratuidad y accesibilidad.
“El modelo universitario argentino es un ejemplo en el mundo por la gratuidad del sistema, la permanencia de los estudiantes y la facilitación del egreso a partir de distintas políticas que acompañan la estadía del universitario (comedores, boletos gratuitos, becas internas, becas Progresar). Estas son políticas que acompañan para que estudiantes que desean superarse, que vienen de contextos sociales difíciles, puedan ser los primeros graduados en la familia. Hay una política censo-social que hoy está en peligro debido a los problemas vinculados al presupuesto universitario y a las políticas internas”, concluyó.
Fuente: www.elterritorio.com.ar