En el corazón de 25 de Mayo, Misiones, donde cada esquina guarda una historia, tuve el honor de conversar con Don Martín Schunke y su esposa, Lori Vitalis. Esta pareja, símbolo de esfuerzo y visión, nos abrió una ventana al pasado, compartiendo vivencias que forjaron no solo su destino, sino también el de toda la región.

Don Martín no es simplemente un testigo del tiempo; es un protagonista esencial de la transformación de 25 de Mayo. Fue uno de los pioneros en introducir la ganadería en la zona, impulsando un desarrollo económico clave. También lideró la producción de té, generando empleo para cientos de familias y posicionando a la región como un pilar de la economía misionera. Pero su legado no termina allí: su incansable espíritu comunitario lo llevó a ser socio fundador de la Cooperativa Eléctrica (CAUL), una institución fundamental para el crecimiento del área rural.

Además, Don Martín formó parte de la comisión pro Banco Provincia, contribuyendo a la llegada de una institución financiera vital para el progreso local. Como si esto fuera poco, fue un impulsor del deporte y la vida social, participando en la creación del Club Estrellas del Iguazú, un espacio que ha sido punto de encuentro y esparcimiento para generaciones. Estas son solo algunas de las muchas iniciativas en las que dejó su huella imborrable.

La esencia de una comunidad
Escuchar a Don Martín y Lori es sumergirse en un relato de sacrificio, visión y compromiso. Cada decisión que tomaron, desde sembrar los primeros campos de té hasta sentarse en comisiones para crear instituciones, no solo definió su vida, sino que también fortaleció los cimientos de 25 de Mayo.

Lori, su compañera inseparable, aporta a cada relato la calidez y los detalles que reflejan la humanidad detrás de estos logros. Juntos, son un testimonio vivo de cómo el esfuerzo individual y colectivo puede transformar una región entera.

Un legado para recordar
En un mundo donde lo inmediato parece reinar, detenerse a escuchar y aprender de quienes nos precedieron es un acto de sabiduría. La historia de Don Martín y Lori no solo es un recordatorio de lo que significa construir comunidad, sino también una inspiración para mirar al futuro con determinación y esperanza.

Quiero agradecer a ustedes, lectores y oyentes, por ser parte de este viaje a través de nuestras raíces. Este homenaje a Don Martín y Lori es, en esencia, un reconocimiento a todos aquellos que con su esfuerzo moldearon nuestra identidad y nuestras oportunidades.

Sigamos caminando juntos, rescatando historias que nos inspiran a construir un futuro mejor. Cada paso que damos es un tributo a quienes, como Don Martín y Lori, dedicaron su vida al progreso de nuestra querida 25 de Mayo.

Hasta la próxima entrevista.